Educación para la vida: compromiso de todos.

Es primordial que ante el entorno social actual se permita al padre y al propio alumno, tomar mayor participación en el proceso de construcción del conocimiento y a la evaluación del mismo. 

El padre por una parte debe tomar responsabilidad en el desarrollo de su hijo, participar en la formación de valores y actitudes que ayuden al alumno a complementarse en la escuela de diversas formas, no hay que olvidar que la responsabilidad es compartida y que hoy en día la idea de que el docente es el único responsable de aportar, orientar y guíar al alumno para lograr aprendizajes efectivos y significativos en él, es falsa, definitivamente que la formación del educando es un trabajo conjunto que se da gracias a los tres actores del triángulo educativo: padres, maestros e institución.

Por otra parte el alumno debe ser forjador y constructor de su propio aprendizaje, sin deslindar la función del docente que hoy en día, es la de orientador y facilitador del conocimiento. Nuestra sociedad se ha sumergido en un ambiente tecnológico avanzado, la incorporación de las TIC´s en la vida diaria ha llevado a otro nivel el desenvolvimiento de cada contexto, de las personas que lo integran y la información que se está procesando, con esto, ahora los niños y jóvenes van ganando terreno abriéndose nuevos caminos en el mismo aprendizaje. Finalmente hay que recordar que nuestros niños son el futuro y por lo tanto debemos de prepararlos, de forjar ciudadanos competentes para la vida y  con una mentalidad emprendedora.